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¿Saben qué he descubierto?

Q me encanta jugar solitario y dormir. Q atroz ¿no?

Juego solitario desde hace unos 10 años cuando iba a casa de mi tía abuela Aurora, a conversar con ella, y a tomar café con ella, y a ver q tenía q contarme de un mundo q nunca conocí. Regia mi tía abuela, como diría Ana lía, me contaba con toda la paciencia del mundo acerca de las hermanitas Camprubí, q vivían a unas cuadras de su casa. O acerca del señor más alto del mundo, q le pidió matrimonio del modo más romántico del mundo y aún así ella le dijo q no.

Hace poco fui a verla y quise verla sonreir. Quise decirle q sentía q no tuviera hijos pero q gracias a ella yo sabía jugar solitario. Q gracias a ella, muchas primas se reunían (incluida mi mama)

Pero me estoy desviando del tema. También duermo, y duermo demasiado. La otra vez pensaba, muy serio yo, q mi vida ha estado tan aburrida estos días q prefiero mis sueños! No es rarisimo eso? Supongo q un aprendiz de psicólogo tendría algo q decir al respecto. Q mis inmensas ganas de abrazar a mi almohada tienen un matiz depresivo. Y q hay q tratarlo. A la mierda!!!

Cuando de niño armaba feliz, fascinado, castillitos con palitos de fósforo, para luego, en un arranque extraño, destruirlos quemándolos con un encendedor de un segundo al otro. El trabajo de horas yacía ahí, quemado, ante mis ojos curiosos. El mismo aprendiz hablaría de peligrosas tendencias autodestructivas?

Ni se, ni me interesa. Pero jugar solitario y dormir más de lo q debo, son rasgos q definitivamente marcan mi personalidad (habría q añadir comer)

Slds

Eduardo